Cuando Josan llegó al hotel de playa donde pasaría dos interminables semanas de verano con su abuelo, no podía imaginar que toda su vida cambiaría completamente. En su habitación encuentra el cuaderno de una joven radical y filósofa llamada Aroha. Junto a ella se adentrará en un mundo lleno de enigmas, reflexiones y deseos, donde, además, siempre existe un hueco para el amor.
Es increíble todo lo que Francesc Miralles puede llegar a darnos con una historia de apenas 150 páginas. Con una trama aparentemente sencilla, pero que en realidad ancla sus raíces mucho más allá, crea una magia absoluta que se palpa en cada letra, enganchándonos hasta el desenlace y jugando con nuestros sentimientos por el camino. Es algo complicado de lograr si no tienes muy claro qué quieres contar y, sobre todo, cómo has de hacerlo. No obstante, hablamos de Miralles, que para los que ya hayan leído algo suyo, sabrán que es un escritor que no deja nada para después y le da la importancia que se merece a cada mínimo detalle.
Es cierto que El Cuaderno de Aroha sigue muchos esquemas que ya son comunes en el autor (ya sabéis, chico desgraciado conoce a chica rebelde y misteriosa, se enamoran y las cosas no son precisamente buenas) y, en ocasiones, esto puede resultar un poco repetitivo si no sabes librarte de todas las pretensiones anteriores. Yo casi siempre sé que me voy a encontrar en una nueva novela suya antes de leerla, pero lejos de decepcionarme es algo que me encanta, pues el escritor sabe muy bien cómo cambiar las tornas a su favor para que, a pesar de todo, no dejemos de sorprendernos nunca con sus historias. El Cuaderno de Aroha es una novela hermosa, llena de minúsculos matices que se quedan grabados en la mente del lector incluso mucho después de su lectura, con un buen ritmo y una prosa perfecta, la que ya echaba yo mucho de menos.
Como es un libro tan corto, seguro que soltaría un spoiler inconsciente si hablara un poco más de la cuenta, por lo que lamento que esta reseñar os resulte demasiado escueta. Terminémosla, entonces, hablando un poco sobre los personajes.
Aquí es donde me toca pedir disculpas, y es que estaba absolutamente convencido que al ser una obra tan corta los personajes estarían muy poco desarrollados (tal y como ocurrió con Un Haiku para Alicia). Sin embargo, me he sorprendido muy gratamente darme cuenta de que esto no era para nada así. Tanto el protagonista, Josan, como el resto de secundarios (de entro los que destaco a Muriel) están bastante bien definidos, tanto física como psicológicamente, gracias a la cantidad de diálogos que hay de cada uno de ellos. Si bien hay ciertos aspectos que me hubiese encantado ver más sobre todos, el resultado final es muy bueno.
Como habéis podido leer, El Cuaderno de Aroha es una apuesta segura para todos los seguidores incondicionales de Miralles o para aquellos que empiecen desde cero con sus letras. Cien por cien recomendable.
Es cierto que El Cuaderno de Aroha sigue muchos esquemas que ya son comunes en el autor (ya sabéis, chico desgraciado conoce a chica rebelde y misteriosa, se enamoran y las cosas no son precisamente buenas) y, en ocasiones, esto puede resultar un poco repetitivo si no sabes librarte de todas las pretensiones anteriores. Yo casi siempre sé que me voy a encontrar en una nueva novela suya antes de leerla, pero lejos de decepcionarme es algo que me encanta, pues el escritor sabe muy bien cómo cambiar las tornas a su favor para que, a pesar de todo, no dejemos de sorprendernos nunca con sus historias. El Cuaderno de Aroha es una novela hermosa, llena de minúsculos matices que se quedan grabados en la mente del lector incluso mucho después de su lectura, con un buen ritmo y una prosa perfecta, la que ya echaba yo mucho de menos.
Como es un libro tan corto, seguro que soltaría un spoiler inconsciente si hablara un poco más de la cuenta, por lo que lamento que esta reseñar os resulte demasiado escueta. Terminémosla, entonces, hablando un poco sobre los personajes.
Aquí es donde me toca pedir disculpas, y es que estaba absolutamente convencido que al ser una obra tan corta los personajes estarían muy poco desarrollados (tal y como ocurrió con Un Haiku para Alicia). Sin embargo, me he sorprendido muy gratamente darme cuenta de que esto no era para nada así. Tanto el protagonista, Josan, como el resto de secundarios (de entro los que destaco a Muriel) están bastante bien definidos, tanto física como psicológicamente, gracias a la cantidad de diálogos que hay de cada uno de ellos. Si bien hay ciertos aspectos que me hubiese encantado ver más sobre todos, el resultado final es muy bueno.
Como habéis podido leer, El Cuaderno de Aroha es una apuesta segura para todos los seguidores incondicionales de Miralles o para aquellos que empiecen desde cero con sus letras. Cien por cien recomendable.
4,5/5
*Agradecimientos al autor, Francesc Miralles, por el envío del ejemplar*
*Agradecimientos al autor, Francesc Miralles, por el envío del ejemplar*
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