Después de días sofocantes y brisas ardientes...

COMENZAMOS

Después de mañanas enteras sin descanso cuidando hasta el último de los detalles, después de horas concertando una entrevista -que próximamente tendréis en estos lares-, después de días molestando y arrebatándole el tiempo a Esme-Butterfly* (mirar el 'peazo' agradecimiento que le he hecho en la columna izquierda) y un largísimo etcétera, arranca este diario de libros que, espero y deseo, tenga una larga y próspera vida en el universo letrero.
Y como sé que mi narrativa no es del gusto de todos, por no decir del gusto de nadie, y que un asno cojo escribiría más originalmente que yo, no voy a ser un cansino en potencia en este primer post. Por lo que he decidido hacer, únicamente (lo gordo vendrá en otro post), una pequeña presentación de mi mismo, el Diariador.

Mi nombre es JonY, por lo que 'el Diariador' es una solemne tontería que me acabo de inventar por la emoción del momento. Soy joven, no menos que nadie, pero no más que yo mismo, y he comenzado con este blog porque yo también quería contribuir en este mundo literario -viva la abundancia-. Me encanta leer y el cine y, aunque no lo creáis, también escribo -sí, sí, podéis hacer un gran ooohhh o una aaarghhh-. Pero lo que me impulsó a comenzar este blog, fue el que, en un día lluvioso de mi mundo, cotilleé el diario de un tal Señor Libro y, desde entonces, me he convertido en el buscador de diarios más ______ de la corte. Eso sí, diarios de libros.

Ya conocéis mi historia, pero yo no conozco la vuestra. Sin queréis escribir una página en este diario general, hacerlo con tinta, con rotulador, con agua, con tinta de limón para que sea invisible o, simplemente, no lo hagáis. Esa es vuestra elección