Nos Vamos de Viaje #2 - Magia potagia, portada horrible ¡aparece!

NOS VAMOS DE VIAJE es una sección en la que os mostraré las distintas portadas que tiene un libro para que observemos que la originalidad es cosa de muchos.

Hola diariadores.

Que mejor forma de ''estrenar'' el nuevo Diario que con la sección que, tanto a vosotros como a mí, nos apasiona: Nos Vamos de Viaje.

En la anterior edición, vimos como había auténticas atrocidades de Bella, Edward, Jacob y los demás, con portadas sosas, sin sentido alguno, en plan peli de terror ochentera e incluso poniendo a E. T. en el instituto de Forks a lo Isabella Swan. Pero tenía sus honrrosas excepciones -que sería del arte sin los genios asiáticos-.

Y hoy la cosa se vuelve a repetir con Harry Potter y la Piedra Filosofal.

No esperéis cosas extraordinarias -aunque hay un par por ahí que son una preciosidad-, porque las hay normalitas, feas, más feas que un pie sudado y terriblemente vomitivas.

Así que, preparar un cubo para los vómitos -sí, se que suena bastante repulsivo- y abrir bien los ojos, porque la magia a llegado al blog.

Empezamos con la nuestra, la española. Ni muy bonita ni una horrosidad. Pero, oye, tiene su puntito y a mí me mola.

Continuamos con la americana. No se a vosotros, pero a mí me parece igual que la española, salvo con algún cambio. En las dos aparece Harry volando para atrapar la snitch, un unicornio blanco corriendo al fondo, Hogwarts a un lado y el perro de tres cabezas. Y si os dáis cuenta, han cambiado el título por La Piedra del Hechicero. ¿Ein? No lo entiendo...

¿Pero esto qué es? ¿El cartel de un circo ambulante o una reunión de monstruos? ¿Y ese beso en el sombrero? Y encima Dumbledore parece un loco con esos pelos electrocutados.

Pero para horrosidades a tutiplén ya tenemos las portadas alemanas. Arriba, con 15 kilos de peso, unas gafas cinco tallas más pequeña y un mirada desafiante, tenemos a Harry Potter junto a la pelos-loca Granger, el escuálido Weasley y unas piezas de ajedrez que agitan los brazos como la novia de Popeye.

Y abajo, un claro ejemplo de que se equivocaron de portada, porque, ¿qué diantres es esa cosa?

Producciones Finlandia, presenta: Harry Potter y los narizudos filosofales. Esto sí que es un atentado para la vista y lo demás son tontería. Y mirar a Hermione... ¡DIOS! Tiene dentadura de caballo...

Esto no es serio. El creador de la portada francesa debía de estar muy borracho para crearesta cosa. Harry tiene la cara de Mcgonagall, Hermione parece una de las Tres Mellizas y Hedwig es... un alien. Y encima se llama Harry Potter en la escula de los brujos... Para morirse y no resucitar.

La portada holandesa, un tanto sosa para mi gusto, pero al menos se deja ver y no te da ganas de hacerte un Avada Kedavra a ti mismo.

La que muchos conocen: la inglesa. Es extraña, pero mola. Casi como la nuestra -bueno, eso de casi, mejor callarse-. Con su trenecito, su Harry más perdido que una aguja en un pajar y esas cosas...

Lo siento, pero tengo que hacerlo: ¡AAAAHHHH! Esto es un claro ejemplo de que el verano causa un estrago E-NOR-ME en nuestra figura, porque aquí parece que Harry tiene un ligerísimo problema de obesidad infantil. Esta es la portada de Islandia.

La italiana. Cuando le encontréis el sentido a ese sombrero de rata y a ESA rata, me lo decís, por favor.

Nunca pensé que diría esto, pero por primera vez en vida, la portada japonesa de un libro me ha decepcionado. La encuentro muy apagada, sin luz. No me llama nada. Pero en fin, para gustos... ¡colores! -publicidad encubierta de un blog. Besotes Poy y Triple Z-.

Esto más bien parece un libro sobre carteros. Pero no, es la portada portuguesa con una lechuza un tanto sospechosa.

Aquí llega Suecia con su portada de colores horrendos pero de dibujos chulos. En sí, me gusta bastante, pero le fallan esos colores tan apagados y superficiales -son infantiloides y superfluos-.

La más bonita de todas, con unos dibujos muy buenos y una luminosidad perfecta: la uncraniana. Me encanata, pero no entiendo porque Dumbledore lleva un cacho del colegio en la cabeza. Y, aunque no sé nada de ucraniano, a mí me parece que pone Rappi Mottep.

Y dejamos la horrible de la corona para el final. Es que no tengo palabras. ¿Qué hace Harry saludándonos? ¿Y que pinta un dragón de cuatro cabezas ahí? ¿Me habré leído otro libro?

En fin, diariadores, esto ha sido todo por hoy.

¡Besotes!