La familia de Tamsin Greene no podía ser de lo más anormal: todos son poderosos brujos que poseen poderes especiales, denominados Talentos. Cuando Tamsin nació, su abuela vaticinó su gran destino: debería tomar una terrible decisión que podría salvarlos a todos o destruirlos para siempre. Pero la joven no posee ningún Talento; es lo más normal del mundo y eso la hace dudar de si realmente su abuela estaba en lo cierto o fue una gran equivocación por su parte. Sin embargo, todo cambiará cuando un antiguo enemigo de la familia vuelva a resurgir en sus vidas.
Antes de nada, quisiera deciros que, a pesar de ser una reseña conjunta de una saga, no hago spoilers de ninguna de sus obras componentes, así que podéis leer la crítica sin miedo.
No sabía muy bien que me encontraría cuando me iniciase entre las páginas de El Clan Greene, primera parte de esta bilogía. Las historias de magia siempre me han chiflado y, a pesar de ser poquitas las que he leído, ninguna a logrado decepcionarme. Puede ser porque me conformo con poco o porque los autores de este tipo de obras saben llevarlas a las mil maravillas. Pero es que MacCullough (se necesita un máster para escribir el nombre bien y a la primera) es superior a los demás, pues no sólo nos ofrece una maravillosa saga repleta de hechizos y brujos, sino que, además, nos regala una serie de secretos familiares, venganzas y viajes al pasado que hace que devores página tras página hasta llegar a la última. Se podría decir, y valga la redundancia, que la autora tiene mucha magia. Nos sorprende, nos hace reír y llorar casi a partes iguales y, de vez en cuando, nos hace soltar una exclamación malsonante por algunas cosas que ocurren y no te esperabas. Es, por decirlo de alguna manera, una de las historias de hechicería que más juego dan y más se pueden disfrutar.
La historia, tanto del primer como del segundo libro, son igual de buenas y entretenidas, con la salvedad de que, tal vez por su factor original, la primera sea un poco mejor que la segunda. En ambas vamos a encontrar muchos misterios y magia, así como ironía por parte de su protagonista que, ojo, es de lo mejorcito que hay, y una muy buena narración. En El Clan Greene se nos presenta un inicio que, contra todo pronóstico, no resulta ser para nada lento e introductorio, sino que es una excelente obra que hace las delicias de los más caprichosos. Si bien en esta encontramos algo más de acción, secretos y risas, El Clan Knight brilla por tener más viajes en el tiempo y estar ambientado en un siglo tan fascinante literariamente como es el XIX. Lógicamente, no os revelaré el porqué de esto, ya que eso deberéis averiguarlo vosotros solos. Tan sólo os digo que cada una, y repitiendo que el primero es algo más entretenido que el segundo, son muy adictivas y originales, debido a su ritmo frenético y continuo.
La pluma de MacCullough es, sencillamente, genial. Para nada nos encontramos ante la futura Premio Nobel de Literatura, pero sí posee algo que en muchos otros no podemos encontrar: sencillez y agilidad. Sabe muy bien lo que se hace y nunca nos dará párrafos o capítulos de simple relleno para aumentar el grosor del libro, sino que todo tiene su sentido y su razón de ser. Así mismo, es capaz de crear un plantel muy variopinto de personajes bastante bien perfilados a pesar de estar narrado en primera persona. Si bien nos faltan bastantes detalles por conocer de muchos de ellos, en general sabemos de qué pie cojean gracias sus diálogos divertidos y elocuentes. Tamsin, la protagonista, como ya he dicho, es de lo mejor que hay: irónica y alocada, aunque a veces puede pecar de ingenua en muy contadas ocasiones. Es algo que se agradece siendo una lectura donde sólo vamos a saber de sus sentimientos y emociones y veremos todo desde su punto de vista. Y el final, tanto de una como de otra novela, son los idóneos, dejándote con ganas de más con el primero y muy satisfecho con el segundo. Es de esas lecturas que acabas con un suspiro de emoción y melancolía al saber que no volverás a saber nada más de ellos. Por eso os digo que si os gustan las historias de magia y disfrutáis con las buenas tramas de secretos y venganzas, leáis la Saga de Brujas sin pensarlo dos veces.
No sabía muy bien que me encontraría cuando me iniciase entre las páginas de El Clan Greene, primera parte de esta bilogía. Las historias de magia siempre me han chiflado y, a pesar de ser poquitas las que he leído, ninguna a logrado decepcionarme. Puede ser porque me conformo con poco o porque los autores de este tipo de obras saben llevarlas a las mil maravillas. Pero es que MacCullough (se necesita un máster para escribir el nombre bien y a la primera) es superior a los demás, pues no sólo nos ofrece una maravillosa saga repleta de hechizos y brujos, sino que, además, nos regala una serie de secretos familiares, venganzas y viajes al pasado que hace que devores página tras página hasta llegar a la última. Se podría decir, y valga la redundancia, que la autora tiene mucha magia. Nos sorprende, nos hace reír y llorar casi a partes iguales y, de vez en cuando, nos hace soltar una exclamación malsonante por algunas cosas que ocurren y no te esperabas. Es, por decirlo de alguna manera, una de las historias de hechicería que más juego dan y más se pueden disfrutar.
La historia, tanto del primer como del segundo libro, son igual de buenas y entretenidas, con la salvedad de que, tal vez por su factor original, la primera sea un poco mejor que la segunda. En ambas vamos a encontrar muchos misterios y magia, así como ironía por parte de su protagonista que, ojo, es de lo mejorcito que hay, y una muy buena narración. En El Clan Greene se nos presenta un inicio que, contra todo pronóstico, no resulta ser para nada lento e introductorio, sino que es una excelente obra que hace las delicias de los más caprichosos. Si bien en esta encontramos algo más de acción, secretos y risas, El Clan Knight brilla por tener más viajes en el tiempo y estar ambientado en un siglo tan fascinante literariamente como es el XIX. Lógicamente, no os revelaré el porqué de esto, ya que eso deberéis averiguarlo vosotros solos. Tan sólo os digo que cada una, y repitiendo que el primero es algo más entretenido que el segundo, son muy adictivas y originales, debido a su ritmo frenético y continuo.
La pluma de MacCullough es, sencillamente, genial. Para nada nos encontramos ante la futura Premio Nobel de Literatura, pero sí posee algo que en muchos otros no podemos encontrar: sencillez y agilidad. Sabe muy bien lo que se hace y nunca nos dará párrafos o capítulos de simple relleno para aumentar el grosor del libro, sino que todo tiene su sentido y su razón de ser. Así mismo, es capaz de crear un plantel muy variopinto de personajes bastante bien perfilados a pesar de estar narrado en primera persona. Si bien nos faltan bastantes detalles por conocer de muchos de ellos, en general sabemos de qué pie cojean gracias sus diálogos divertidos y elocuentes. Tamsin, la protagonista, como ya he dicho, es de lo mejor que hay: irónica y alocada, aunque a veces puede pecar de ingenua en muy contadas ocasiones. Es algo que se agradece siendo una lectura donde sólo vamos a saber de sus sentimientos y emociones y veremos todo desde su punto de vista. Y el final, tanto de una como de otra novela, son los idóneos, dejándote con ganas de más con el primero y muy satisfecho con el segundo. Es de esas lecturas que acabas con un suspiro de emoción y melancolía al saber que no volverás a saber nada más de ellos. Por eso os digo que si os gustan las historias de magia y disfrutáis con las buenas tramas de secretos y venganzas, leáis la Saga de Brujas sin pensarlo dos veces.
5/5
*Agradecimientos a Versátil por el ejemplar*
pues si te gustan las historias de magia tengo una trilogía que lo mismo te gusta :)na mi esta me ha picado la curiosidad, me da a mi que vas a dejarme muchos libros... jajaja
ResponderEliminar@M.: Lover, yo a ti no te dejo ni un palillo xD JAJAJAJA. Ya verás como te gusta esta bilogía también :)
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